miércoles, 20 de enero de 2016

Edward Mordake el hombre con dos caras


Edward Mordrake, heredero de un par inglés, fue un hombre que poseía una cara adicional en la parte posterior de su cabeza, que no podía ni comer ni hablar, aunque podía reír y llorar.






Edward rogó a los médicos que le extirparan esta "cabeza diabólica" porque, según él, le susurraba por las noches «cosas tales que sólo se oyen en el infierno», pero ningún médico lo intentó; ya que las cirugías no eran avanzadas. Aunque en realidad, lo anterior son exageraciones y leyendas urbanas, debido a que Edward padecía de un síndrome conocido como diprosopia, el cual a diferencia de los siameses unidos tras el nacimiento, la disprosopia no es debida a la fusión o separación incompleta de dos embriones, sino que es el resultado de una anormalidad en una proteína que marca el patrón craneofacial normal. Dependiendo del nivel de alteración congénita de esta proteína, el individuo puede tener hasta cuatro orejas, cuatro ojos y dos labios separados.
Se suicidó a los 23 años, alquilando un apartamento y colgándose del balcón de hierro.

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